El cambio climático es el único problema que nos ha de importar

• 31 agosto

Este verano uno de mis objetivos era documentarme mejor sobre el cambio climático, lo que lo provoca, las consecuencias y todo lo que podemos hacer para revertir o, como mínimo, para frenar la tendencia actual. Y lo he hecho con un libro que me ha dado mucha luz sobre el tema, se trata de “Si el cel es tornés vermell. El canvi climàtic, conèixer-lo per combatre’l"("Si el cielo se volviera rojo") de la periodista Cori Calero, especializada en periodismo ambiental y todo lo relacionado con el cambio climático.

The wave for the planet

• 28 julio

Hay sueños que aunque no se acaben haciendo realidad sirven para ilusionar, para reír juntos, para inventar, para unirnos hacia un objetivo común, para imaginar un mundo mejor, para desconectar de un duro día de trabajo o, mejor aún, para re-conectar y, activar la conciencia. 

Los chicos de la Nickel

• 20 julio

Premio pulitzer 2020. Los chicos de la Nickel de Cookson Whitehead es un novela que no te deja indiferente, sobretodo cuando sabes que está inspirada en una historia real, en la historia de un reformatorio de Florida que estuvo en funcionamiento durante más de un siglo y destrozó la vida de miles de jóvenes. 

La estela de los perfumes

• 20 febrero

El olfato es un sentido que tengo bastante desarrollado, pero ha sido sumergirme en la lectura de “La estela de los perfumes” de Cristina Carboni y entrar en un mundo de sensaciones asociadas a los olores, a las esencias de los perfumes.  

Los lahu: celebración de año nuevo

• 06 febrero

La vida ha cambiado radicalmente para todo el mundo en este último año y Mei, que vive en Tailandia no es una excepción. Mei ya acabó sus estudios el año pasado con un resultado excelente, pero debido a la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19 ha tenido que volver a vivir la pequeña aldea donde nació, en el norte de Tailandia y dejar aparcados sus proyectos. Allí está reviviendo muchas de las tradiciones que hacía tiempo que no vivía de cerca. Nos ha escrito explicando la tradición de año nuevo de los lahu.

Inspiración Marrakech

• 24 enero

Hace muchos años que Marrakech se ha convertido en uno de mis lugares favoritos, un lugar de desconexión o, mejor dicho, de re-conexión. Me encanta pasar allí unos días en familia. Y siempre, siempre, siempre me alojo en el mismo sitio, en el Riad Dar Justo. Un hotel boutique situado en la Medina de la ciudad. La primera vez que lo descubrí fue en el 2004, su patio central lo he fotografiado infinidad de veces y también lo he pintado alguna más (influencias del pintor británico al que admiro, Howard Hodgkin).

Inspiración Marrakech. Técnica mixta, 2010 (influencia Howard Hodgkin)

Dar Justo, es un pequeño hotel que dispone de 23 habitaciones situadas alrededor de un patio interior, además de un hammam. Se encuentra a pocos pasos del zoco y de la famosa plaza Jemaa el Fna. Su origen son cinco casas antiguas, tradicionales (dos de ellas del siglo XIV)  que fueron rehabilitadas por sus actuales propietarios en dos fases, inicialmente rehabilitaron las primeras (entre el 2003 y el 2004) y, años más tarde, el resto que se conectaron a las primeras, creando una unidad. Además en esta segunda fase también se  construyó el spa-hammam Le Bain Bleu. 

Vistas del patio interior

Atardecer desde la terraza del Riad

Llegar al Riad sigue siendo una aventura, aunque han pasado mas de 15 años desde la primera vez que lo visité, y esto es parte del encanto. No es posible llegar en coche, el taxi te deja en la puerta Bab Laksour, allí te recoge un señor muy amable que te ayuda con las maletas, llevándolas en un carrito, y, lo más importante, te guía por los callejuelas. Subir en el carrito, encima de las maletas, es una de las mayores atracciones de los pequeños. 

1. En Marrakech y, en Marruecos en general, los niños son muy bien acogidos, se nota el cariño hacia ellos y les hacen sentir muy bien. 

Después de pasar por un laberinto de callecitas estrechas llegas a la puerta del Riad, una puerta alfombrada y escoltada de lámparas de pie, cuyas velas encienden cuando cae la noche.

1. Desde entonces me gusta tener en casa una lámpara para encenderla y ponerla en la entrada cuando tenemos invitados

Camino del Riad

Al día siguiente, qué mejor que un desayuno en la terraza para empezar el día, con vistas a la Koutubia, las montañas del Atlas y los terrados de la Medina; con los pajaritos que se acercan para recoger las migas de pan.

Desayuno en la terraza

Luego, vale la pena callejear por la Medina, visitar los distintos zocos y parar a descansar en algún jardín o en alguno de los restaurantes de la Plaza de les Epices. Otro día se puede ir a los maravillosos y fotogénicos Jardines Majorelle, situados en la zona nueva, se trata de un jardín botánico propiedad de Yves Saint Lauren (por cierto, últimamente es aconsejable ir pronto a los jardines porque se forman unas colas larguísimas, otra opción es comprar las entradas el día anterior). Nosotros después de visitarlos solemos ir a tomar algo al a los jardines del emblemático hotel La Mamounia, un hotel de lujo que recrea la atmósfera de un palacio oriental y tiene unos jardines preciosos.

1. Delante de los jardines Majorelle hay unas tiendas que lucen maravillosos complementos que combinan tradición y diseño.

Fotografiando los rincones de los jardines Majorelle

Jardines Majorelle

La plaza Jemaa el Fna de día

La Koutubia

Atardecer en la plaza de Jemaa el Fna

Otro día vale la pena escaparse de la ciudad y visitar alguno de los lugares próximos. Imlil es una de las escapadas que más nos gustó y, además tuvimos la suerte de coincidir con un día de mercado en uno de los pueblos del camino y nos permitió ver la vida del Marruecos rural, fue como retroceder en el tiempo. Otras excursiones de un día pueden ser la visita al valle de Ourika o a Essauira, ubicada en la costa del Atlántico.

Camino de Imlil

Vistas del monte Toubkal, de camino a Imlil

Para los que se cansan en las subidas, siempre existe la opción de un burrito

Y al llegar al riad siempre es bienvenido un té con pastas riquísimas.

Para acabar el día, no se me ocurre mejor lugar que el hammam, después de callejear por la Medina o de todo un día de excursión un masaje, mascarillas y un baño relajante, para después cenar en el piano-bar con una copa de vino y mucha, mucha tertulia.

Qué ganas de volver!! 

===Curiosidad

En la medina de Marrakech todavía se utilizan los burros como elemento de transporte y ayuda en la construccion.

Construcción en Marrakech

El próximo año en La Habana

• 15 enero

He acabado de leer el libro "El próximo año en La Habana" de Chanel Cleeton, uno de los regalos de estas Navidades. Qué acierto!

Postal de Navidad con sello de goma

• 02 enero