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Disciplina sin lágrimas

Acabo de leer un libro que cayó en mis manos por casualidad, curioseando en Cal Rabell una pequeña librería de Igualada. Y ha ido directo a formar parte de mis libros de cabecera y, por lo tanto, de la pila de libros que tengo en la mesita de noche :), algunos ya leídos y otros todavía a medias, pero todos tienen puntos interesantes para ir releyendo de vez en cuando. Se titula "Disciplina sin lágrimas" y está escrito por Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson, profesor de psiquiatría él, pediatra y psicoterapeuta ella.
El libro trata un tema difícil en la educación de nuestros hijos: la disciplina. Lo analizan haciendo hincapié en el vínculo entre el desarrollo neurológico del niño y el modo en que los padres reaccionan ante las malas conductas de éste. Y básicamente, lo mejor es que acaban convirtiendo estas malas conductas en oportunidades para crecer. En algún momento del libro indica "la disciplina tiene que ver con enseñanza(...) Si la disciplina acaba relacionada con el castigo, perdemos la oportunidad de enseñar"

Así es que trata la disciplina teniendo en cuenta un doble objetivo:
- conseguir la colaboración del niño a corto plazo
- a largo plazo, ayudarle a desarrollar autocontrol, ayudarle a crecer y a construir el cerebro. Es lo que se llama del enfoque del "cerebro pleno".

Los autores basan la disciplina sin lágrimas en CONECTAR Y REDIRIGIR. Conectar significar dar atención y respeto al niño, conexión que ha de combinarse con unos límites claros. Una vez hemos conectado con él y hemos conseguido tranquilizarle es cuando podemos redirigirlo hacia una conducta apropiada.

  • CONEXIÓN
El ciclo de la conexión tiene las siguientes fases:

  1. Transmitir consuelo: tocar al niño porque el contacto es estimulante para el niño (libera hormonas de la felicidad y disminuye cortisol) y hablar con él por debajo del nivel de sus ojos
  2. Validar sentimientos: hacer saber al niño que lo estás escuchando, nunca restar importancia a sus sentimientos
  3. Menos hablar y más escuchar: en momentos en que el niño está alterado hablar agrava el problema, satura sus sentidos. Mejor escuchar sin interpretar
  4. Reflejar lo que oyes transmitiendo así que lo has escuchado
Ese ciclo permite comunicar a nuestros hijos que les queremos, que los vemos, que estamos a su lado con independencia de su conducta. Permite comunicarles: Estoy contigo. Tienes mi apoyo. Incluso cuando estés enfadado y no me gusta tu manera de actuar, te quiero y estoy a tu lado. Entiendo que lo estás pasando mal y aquí me tienes.

Los beneficios de esta conexión son:
    -La conexión calma (lleva al niño de la reactividad a la receptividad, calma el sistema nervioso y lo traslada a un lugar donde puede escucharnos) 
    -La conexión construye el cerebro (cultiva la integración neural interna) 
    -La conexión intensifica la relación con tu hijo (enseña a los niños lo que significa estar en una relación y amar, incluso cuando no estamos contentos con la decisión que ha tomado la persona amada)
Principios de la conexión sin lágrimas
-" baja la música tiburón"(dejar de actuar partiendo del miedo y de experiencias pasadas)
- buscar el por qué, no presuponer (buscar las razones de la conducta del niño)
- pensar en el cómo (un cómo respetuoso, alegre y tranquilo) tan importante es lo que decimos como cómo lo decimos.
      
  • REDIRECCIÓN
Tiene dos principios esenciales:
-Esperar a que el niño esté preparado para escuchar, para aprender y comprender
-Ser coherente, pero no rígido

Cuando redirigimos pretendemos tres resultados:
  1. Desarrollar la percepción personal: mejor conocimiento de si mismos
  2. Empatía: ver las cosas desde la perspectiva de los demás
  3. Integración y reparación: dar pasos orientados a mejorar una situación concreta
Estrategias para la redirección:
- Reducir palabras (con los sermones largos lo que conseguimos es saturar al niño y que deje de escuchar)
- Aceptar emociones (en vez de sofocar las emociones, di sí a los sentimientos y "no" a la conducta)
- En vez de predicar, describir (en vez de criticar y atacar, describe lo que ves)
- Reformular un "no" en un "sí" con condiciones
- Subrayar lo positivo (en vez de centrarte en el problema subraya lo positivo)
- Enfocar la situación de manera creativa (en vez de dar órdenes y exigir, sé creativo y juguetón)


Las PATALETAS es un tema que me interesaba mucho y que el libro trata en muchos momentos. Las pataletas son una petición de ayuda por parte del niño, son ocasiones para aliviar la angustia. Por lo que dejar de lado al niño cuando tiene una pataleta no es la mejor solución, puesto que está angustiado y está sufriendo; así es que lo que necesita es calma y afecto. Nos necesita para conectar. CUANDO UN NIÑO TIENE UN BERRINCHE ES CUANDO MAS NOS NECESITA. El objetivo es que el niño adquiera la habilidad interna de poner fin a la rabieta y reflexionar sobre lo que está pasando en us interior.

El libro está lleno de ejemplos y casos reales en los que nos podemos ver reflejados y utiliza dibujos para ilustrarlos. Además hay un mensaje tranquilizador en todo momento, puesto que intenta relativizar aquellos momentos en que detectamos haber actuado de una forma deseada o aquellas situaciones que no han funcionado.

También hace énfasis en que cada niño es diferente y lo que para uno funciona muy bien, no tiene por qué funcionar en otro. Por lo que es muy importante evitar hacer comparaciones con experiencias pasadas, puesto que cada persona y cada situación son únicas.

En sus últimas páginas está la "NOTA PARA LA NEVERA SOBRE CONECTAR Y REDIRIGIR" para tenerla siempre a mano:
Realmente es un libro muy recomendable que nos da herramientas para gestionar las pataletas, tensiones y lágrimas de los niños desde un enfoque de disciplina positiva para llegar a convertir estas situaciones en oportunidades para crecer. Todo un reto :).

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